Bloqueo creativo, avances invisibles y el verdadero valor de mi público

A veces me siento bloqueada creativamente, como si mis ideas se estancaran o mis pasos fueran en círculos. Y sin embargo, mi círculo más cercano insiste en recordarme todo lo que he avanzado. No es fácil verlo cuando una es ambiciosa, cuando quiere que su proyecto, como Salem Bisutería, florezca ya, ahora, al instante.

Hace casi exactamente un año decidí expandir mis horizontes más allá de la joyería como la conocía. Organicé mi primer desfile en septiembre, que no será el último. Luego vinieron los mercadillos artesanales, espacios llenos de vida, de retos, de aprendizajes… y también de algunas pequeñas pérdidas. No todo ha sido ganancia, pero sí ha sido crecimiento real.

Quiero sacar todo mi potencial, mostrar al mundo lo que soy capaz de hacer con mis manos, mi corazón y mis ideas. Y aunque a veces siento que no avanzo lo suficiente, la verdad es que he recorrido más camino del que imaginaba. No sé qué pasará dentro de unos meses, pero conociéndome —y con la cabra loca que llevo dentro— quizás esté viajando por Europa, recorriendo mercadillos, conociendo otras culturas y buscando ese lugar donde realmente encuentre a mi público objetivo.

Porque sí, encontrar ese público es fundamental para cualquier negocio artesanal. La gente no siempre lo ve, pero detrás de cada pieza de bisutería hay un intercambio invisible pero poderoso: una energía que ofrezco con cariño, con intención, con mimo… y que muchas personas acogen con gratitud.

Sin ese tipo de conexión, los negocios creativos no crecen. Por eso, quiero dar las gracias a quienes me rodean, a quienes me apoyan, a las personas que creen en lo artesanal, que compran con el corazón y no solo con la vista. Gracias por dejarse mimar con mis creaciones. Juntas, movemos buenas energías y eso, más que cualquier otra cosa, es lo que realmente hace especial este camino.


Back to blog

Leave a comment